Colegios de territorios indígenas
“Educamos en valores a estudiantes discriminados”
– Cuando a los jóvenes de territorios indígenas se les habla, en las aulas,
de derechos humanos les provoca una sensación de desencanto porque
*no reciben los mismos beneficios que estudiantes del resto del país.*
Norma Umaña/APSE – Julio 2013
!/media/import/2013/7Julio/fts/indigenas/1.jpg!Impartir el tema de derechos humanos ante estudiantes indígenas es una de las tareas más difíciles para los profesores de colegios de Talamanca, provincia de Limón.
Irónicamente, al Prof. de Cívica, Emanuel Buitrago Paéz, del Colegio Nocturno de Amubre, le toca concienciar en los valores que a sus mismos alumnos les violentan.
“Mis estudiantes se desaminan, no le encuentran importancia a un contenido que no se ajusta a la realidad porque sus derechos son atropellados al no recibir los mismos beneficios del alumnado de colegios de otras partes del país.
“Pareciera que la visión del alumno se queda estancada al evidenciar la contradicción de los programas del Ministerio de Educación Pública”, lamentó el docente apsino.
Aunque reconoció que el sistema educativo es ahora un poco más inclusivo, considera que los temas de enseñanza se vuelven sistemáticos, no hay espacio para debatirlos desde la óptica de los aborígenes.
Buitrago explicó que en las aulas se habla de valores, decimos que los derechos humanos son beneficios colectivos, pero el MEP sigue ejecutando acciones que contravienen esos principios.
!/media/import/2013/7Julio/fts/indigenas/2.jpg!Agregó: “No existen espacios para discutir, a nivel de las comunidades indígenas, sobre derechos humanos y protección de los bosques, por ejemplo. Es decir, no hay una educación integral, no existe la posibilidad de introducir contenidos netamente autóctonos, para, a partir de nuestras vivencias, encontrar los valores culturales que se han ido perdiendo”.
El profesor Buitrago pidió al Ministerio de Educación que, en los programas de Estudios Sociales, Educación Cívica y Ciencias, se introduzcan contenidos netamente de la cultura indígena, para reproducir sus valores.
“Pareciera que vivimos en un país eutanásico, donde se ve una muerte en silencio, una muerte que calla, porque no podemos expresar nuestros derechos, ni debatir en los colegios de zonas aborígenes sobre ambiente e identidad cultural, lo que lleva a nuestra gente a sentirse apretada, amenazada”, denunció el joven educador indígena.