La APSE Sindicato invita al Magisterio Nacional y a toda la clase trabajadora costarricense, a marchar este 1 de mayo, Día del Trabajador, para defender el sagrado derecho a la protesta, ante las amenazas de quienes desean reprimir y criminalizar las manifestaciones sociales.
Este año nos guía la consigna “protestar es un derecho y reprimir es un delito”, reivindicando la lucha social como método para hacer valer y respetar los derechos laborales y sociales.
Estamos ante un momento histórico para Costa Rica, donde todas las baterías del Gobierno, los diputados y los grandes empresarios, están dirigidas en contra de la clase trabajadora, a la cual pretenden arrebatar las garantías logradas a lo largo de décadas de lucha.
Sectores legislativos de derecha están urgidos por desmantelar la protección a recursos como el agua, la salud, la educación, el salario, y otros derechos sociales. Su intención es convertir estos importantes logros en simples mercancías, desmantelando lo que queda del Estado social de derecho, y desamparando así a la población costarricense, que se vería forzada a empobrecerse para costear estas necesidades.
Al encontrarnos en un año electoral, es posible que muchos partidos políticos se apropien de ese discurso, siguiendo la tendencia populista mundial que hoy tiene a diversas naciones cuestionándose si las elecciones políticas realizadas fueron acertadas, o solo respondían a supuestas soluciones que resultan ser un fiasco y generan más pobreza y malestar.
Debemos alzar la voz en esta coyuntura de persecución abierta y clara contra las y los luchadores sociales, persecución sin fundamento contra los servidores públicos, y criminalización de la protesta social por parte de los medios de comunicación. Esto se evidencia en procesos como el actual juicio contra varios manifestantes que exigían en 2012 una reforma a la CCSS, reflejo fiel de cómo el poder aprovecha todos sus espacios para intimidar a quienes alzan su voz.
Nuestro país es cada vez más desigual, siguiendo la tendencia de un mundo donde miles de inocentes sufren y mueren por guerras fratricidas, surgidas por la necesidad de los más ricos de concentrar los recursos y las riquezas a costa del bienestar de la sociedad. Es una guerra que no solo se gesta con armas, sino también con leyes, con censura, con juicios y con persecusiones contra quienes luchamos por obtener mejores condiciones de vida y trabajo.
Compañeras y compañeros: no podemos quedarnos sentados en un día tan importante para la clase trabajadora como el 1 de mayo. Esta es una fecha histórica, originada en una protesta masiva de trabajadores contra la explotación sufrida, lo que nos hace recordar que la protesta social ha sido desde siempre el medio más legítimo del pueblo para hacer cumplir sus derechos.
¡Nos vemos en las calles este primero de mayo!
Ricardo Molina Vega
Presidente
Marvin Padilla Lemus
Vicepresidente
Hugo Marín Guillén
Secretario General