“La jornada del 20 de marzo es más urgente que nunca”
No acatemos el llamado desmovilizador de la ANEP
El llamado de la APSE para la Huelga del 20 de marzo fue un acuerdo de la Asamblea de Presidentes de Base, realizada el pasado 28 de febrero. Es también una acción coordinada con las organizaciones que integran el Bloque Sindical. Es por tanto una acción planificada, discutida y acordada democráticamente, y articulada a las luchas de los sectores más combativos del movimiento sindical del país. Esa sería la primera razón que legitima nuestro llamado.
Esta jornada de lucha pretende dar continuidad a la acción realizada el pasado 25 de febrero, en la cual distintos sectores sindicales se movilizaron para protestar contra el ajuste del 0,43% en los salarios de las y los trabajadores del sector público. La respuesta del gobierno fue nula. Más bien, ha endurecido su ataque, pues ante la devaluación de la moneda aprobó aumentos en la gasolina, medicamentos, alimentos, y otros productos básicos, que ya se comieron este insignificante ajuste. Este gobierno se ha acostumbrado a “convivir” con acciones de un día. Por eso es que desde la APSE tenemos la certeza que la única forma de conseguir que se respeten nuestros derechos, y se nos pague un salario justo es con una estrategia de movilización y lucha continua que realmente ejerza presión sobre el gobierno.
Pero esta lucha nuestra no es sólo reivindicativa de los salarios de las y los trabajadores de la Educación, ni siquiera lo es tan sólo de las y los trabajadores del sector públicos. Esta es una lucha por los derechos de toda la clase trabajadora, incluidos los del sector privado que ni siquiera tienen el derecho a organizarse en sindicatos. Esta es una lucha por el derecho a la salud, por fortalecer la CCSS frente a las maniobras privatizadoras que se esconden tras la concesión, frente a los patronos morosos que se roban la plata y contra todas las políticas de recorte que deterioran los servicios que se le presta a la población. Así mismo, es una lucha contra la corrupción, contra el saqueo de los recursos públicos, contra la privatización de la infraestructura pública como carreteras y muelles y contra las políticas fiscales que pretenden pasar a las y los trabajadores y el pueblo en general el costo del déficit fiscal que los gobiernos han provocado. Por eso, en esta acción regionalizada estamos haciendo un gran esfuerzo para sumar a las comunidades. Y por eso, es un gran logro que en este Bloque sindical estén las principales organizaciones que han protagonizado estas luchas durante los últimos años, tanto en el sector magisterial como en la salud, los muelles, las universidades y otros.
Nuestra lucha tiene un enemigo claro: el gobierno, los grandes empresarios, las cámaras empresariales, la corruptela que se ha robado este país. Nunca nuestra lucha será para dividir a la clase trabajadora. Nunca aspiraremos a mejorar nuestros derechos quitándoselos a otras personas trabajadoras. Por eso estamos en contra del desenganche de los médicos. Queremos quitarle privilegios y riquezas a los más ricos, a quienes han gobernado este país llenándose sus bolsillos a costas de nuestro trabajo, nuestros salarios, nuestros derechos. Por eso también estamos en contra de todas las propuestas fiscales que nos ponga más impuestos al pueblo mientras mantiene exoneraciones y privilegios para los más ricos o mientras le paga a la OAS 35 millones de dólares por no haber construido la carretera a San Ramón.
No creemos que este enemigo poderoso se enfrente por la vía del diálogo conciliatorio, ni con negociaciones en las que “todos ganamos”. No nos avergonzamos de ser un sindicalismo combativo, porque ha sido en la calle, con organización, con huelgas que hemos logrado todo lo que hemos tenido.
No podemos desmovilizarnos creyendo que estas estructuras de poder van a cambiar con un posible cambio de gobierno. Sea cual sea el resultado del 6 de abril, nuestra agenda de lucha continuará. Por eso más que nunca es necesario salir este 20 de marzo a la calle, para decirle a los dos candidatos presidenciales que la clase trabajadora está organizada, articulada y dispuesta a seguir la lucha.
Llamamos a toda la clase trabajadora a sumarse a este movimiento nacional, a no escuchar las voces desmovilizadoras que vienen de dirigencias minoritarias como la ANEP. Estamos en el camino de las luchas, de la Unidad de la clase trabajadora, de la independencia de los sectores empresariales y del gobierno. Creemos que este es el único camino que permitirá levantar las banderas de la Dignidad Sindical.