APSE se manifiesta ante la sociedad costarricense para solidarizarse con el pueblo de la provincia de Limón, antes las graves consecuencias económicas y sociales provocadas por la situación de abandono, carencia de políticas públicas y falta de legítimo interés respecto al desarrollo de la vertiente Caribe de Costa Rica.
Desde hace décadas, los Gobiernos de turno han hecho toda clase de promesas para abordar los problemas de pobreza, falta de fuentes de trabajo, difícil acceso a la educación ó carencia de infraestructura pública. Sin embargo, solo han sido promesas, porque nunca se han transformado en verdaderas políticas a largo plazo, mientras la desidia con esta provincia aumenta con el paso del tiempo.
Ejemplo de estas falsas promesas, fue la supuesta generación de cientos de fuentes de trabajo estables por la apertura de la terminal de contenedores de APM Terminals en Moín. Esta falacia se evidenció apenas la terminal entró en funcionamiento, cuando varias de las principales transnacionales dedicadas a labores de carga de mercancías (como Dole ó Chiquita Brands) despidieron a cientos de empleados, cesándolos sin previo aviso, sin alternativas laborales, y cuando el país se ve afectado por un creciente desempleo. La ausencia de fuentes de trabajo coloca a estos trabajadores despedidos y sus familias en la absoluta desesperanza y frustración.
A eso se suma el despido de empleados de otras empresas del sector, donde cientos de personas se han quedado sin trabajo. Lo más grave es que estos despidos masivos ocurren a vista y paciencia del Ministerio de Trabajo, que no asume a cabalidad su papel de rector en política de empleo público, sino que se limita a constatar procedimientos laborales, sin involucrarse en el fondo del asunto.
Otro tema delicado en esta provincia tiene que ver con el funcionamiento de JAPDEVA, cuyo futuro también se verá en riesgo, debido a diferencias de criterios acerca de cuáles actividades de descarga puede desempeñar APM Terminals, lo que se traduce en una eventual reducción de ingresos para JAPDEVA. Distintos gobiernos aseguraron que la estabilidad de JAPDEVA no se vería comprometida con la nueva terminal, pero todo indica que esto también es falso, lo que podría provocar más despidos.
APSE se solidariza con todos los trabajadores que han sido despedidos y exige al Gobierno que cumpla las promesas hechas al pueblo limonense. Limón requiere una política de cambios reales, integrales, y transparentes. El malestar creciente en la provincia ya había sido advertido en la reciente huelga contra el Combo Fiscal, cuando su población se manifestó en las calles exigiendo cambios sociales, pero solo recibió como respuesta la represión policial y el silencio.
La frustración creciente del pueblo limonense no puede ser contenida por más promesas ni tampoco por más violencia, sino que requiere de una política completa, que empiece por la mejora del sistema educativo y la integración de actividades económicas, todo ello de la mano con la inversión social y comunal.
e la supuesta generación de cientos de fuentes de trabajo estables por la apertura de la terminal de contenedores de APM Terminals en Moín. Esta falacia se evidenció apenas la terminal entró en funcionamiento, cuando varias de las principales transnacionales dedicadas a labores de carga de mercancías (como Dole ó Chiquita Brands) despidieron a cientos de empleados, cesándolos sin previo aviso, sin alternativas laborales, y cuando el país se ve afectado por un creciente desempleo. La ausencia de fuentes de trabajo coloca a estos trabajadores despedidos y sus familias en la absoluta desesperanza y frustración.
A eso se suma el despido de empleados de otras empresas del sector, donde cientos de personas se han quedado sin trabajo. Lo más grave es que estos despidos masivos ocurren a vista y paciencia del Ministerio de Trabajo, que no asume a cabalidad su papel de rector en política de empleo público, sino que se limita a constatar procedimientos laborales, sin involucrarse en el fondo del asunto.
Otro tema delicado en esta provincia tiene que ver con el funcionamiento de JAPDEVA, cuyo futuro también se verá en riesgo, debido a diferencias de criterios acerca de cuáles actividades de descarga puede desempeñar APM Terminals, lo que se traduce en una eventual reducción de ingresos para JAPDEVA. Distintos gobiernos aseguraron que la estabilidad de JAPDEVA no se vería comprometida con la nueva terminal, pero todo indica que esto también es falso, lo que podría provocar más despidos.
APSE se solidariza con todos los trabajadores que han sido despedidos y exige al Gobierno que cumpla las promesas hechas al pueblo limonense. Limón requiere una política de cambios reales, integrales, y transparentes. El malestar creciente en la provincia ya había sido advertido en la reciente huelga contra el Combo Fiscal, cuando su población se manifestó en las calles exigiendo cambios sociales, pero solo recibió como respuesta la represión policial y el silencio.
La frustración creciente del pueblo limonense no puede ser contenida por más promesas ni tampoco por más violencia, sino que requiere de una política completa, que empiece por la mejora del sistema educativo y la integración de actividades económicas, todo ello de la mano con la inversión social y comunal.
Mélida Cedeño Castro
Presidenta
Roblin Apú Murillo
Secretario General
18 de marzo de 2019